Durante dos días, la Comisión Asesora debatió aquí la alarmante situación de fondos de la agencia que pone en peligro la ayuda a los refugiados palestinos en Siria, Líbano, Jordania, Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Este.
El Comisionado General de Unrwa, Philippe Lazzarini, insistió en el riesgo real de no incrementar la financiación y la imposibilidad de continuar con los servicios en septiembre venidero debido a lo limitado del presupuesto.
Sin fondos adicionales inmediatos, Unrwa tendrá que cerrar más de 700 escuelas y 140 centros de salud; así como paralizar el resto de las áreas de trabajo sin la oportunidad de brindar asistencia a los millones de refugiados que la necesitan, puntualizó.
Lazzarini reiteró su llamado urgente a todos los donantes para más solidaridad con los refugiados de Palestina mediante un financiamiento flexible a largo plazo hasta lograr una solución política para su difícil realidad.
El Comisionado General consideró que las implicaciones humanas, políticas y de seguridad son enormes para la región; y en ese sentido, reafirmó el compromiso de convertir a Unrwa en una agencia sostenible para apoyar los derechos de los refugiados palestinos.
Por su parte, el presidente del Comité de Diálogo Palestino-Libanés, Bassel Hassan, enfatizó en los desafíos urgentes que requieren atención a la luz de la grave crisis financiera de Unrwa.
Indicó que existe una necesidad crucial para convertir el apoyo político en acción, particularmente al abordar el alarmante estancamiento de los recursos financieros de la entidad de Naciones Unidas.
Según la Comisión Asesora, Unrwa enfrenta una financiación insuficiente crónica durante los últimos 10 años que dificulta la asistencia alimentaria a casi 1,2 millones de personas en la Franja de Gaza y apoyo en efectivo a más de 600 mil refugiados palestinos en Siria, Jordania y Líbano.
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