En sendos discursos ayer en Casa de América de Madrid y este viernes en Barcelona, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, destacó que de la cimera entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), debe salir un diálogo institucionalizado entre ambas regiones que vaya más allá de la Presidencia española en el segundo semestre.
España asumirá el sábado 1 de julio las riendas del bloque comunitario hasta el 31 de diciembre de este año, pero un eventual cambio de Gobierno en las elecciones del 23 de julio, plantea numerosas interrogantes.
El jefe de la diplomacia de Madrid opinó que América Latina es «la región más eurocompatible» del mundo y, en este sentido, el denominado Viejo Continente debería verla como un importante socio para hacer frente desafíos como el cambio climático, la inmigración y la democracia.
Ambas orillas del océano Atlántico están unidas por la defensa de los valores y principios que nos son comunes de democracia, anhelo de paz y defensa de un orden internacional basado en reglas, pero además Europa es el primer inversor, primer donante y el tercer socio comercial de América Latina, remarcó Albares.
En Barcelona, donde participó en una conferencia en el Centro de Estudios Internacionales de (CEI), refirió que la cita de Bruselas debe servir para hacer avanzar acuerdos comerciales con Chile, México y Mercosur.
De otro lado, sobre la situación vivida en Europa en los últimos años, con la pandemia de la Covid-19 y erl conflicto en Ucrania, constituye, la consideró “el momento más convulso y complejo desde la caída del muro de Berlín que provocará una reconstitución del orden mundial”.
Indicó que es imprescindible reindustrializar Europa para cubrir algunas de sus vulnerabilidades, como la cuestión energética.
Al respecto, se pronunció por completar las interconexiones pendientes, apostar por el hidrógeno verde, seguir avanzando en renovables y garantizar la seguridad energética de Europa.
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