La compañía, propiedad de la multinacional Minerva, decidió paralizar actividades y darle licencia a los trabajadores después que OSE informara que no puede continuar abasteciéndole de agua.
El frigorífico permanecerá cerrado por un mes, pero para los trabajadores ese período se puede extender y evalúan recurrir al seguro de paro.
Durante ese lapso alrededor de 600 empleados deberán hacer uso de su licencia (vacaciones) anual, informó el presidente del sindicato de esa planta, Raúl Torres al rotativo La Diaria.
El frigorífico tomaba agua de un arroyo cercano pero se secó desde diciembre. Según Torres, una jornada de faena demanda un millón de litros de agua.
En Montevideo y la zona metropolitana, que incluye parte del departamento de Canelones, rige la emergencia hídrica por las secuelas de una sequía que lleva más de tres años.
Para extender las reservas de la presa de San Severino, que abastece a dos millones de personas, OSE mezcla agua del río Santa Lucía con otras tomas cercanas al Río de la Plata, con mayores valores de cloruros y sodio.
Eso ya está provocando afectaciones en instalaciones industriales, y a nivel doméstico se reportan roturas de calefones por la salinidad del agua que dejó de ser potable, aunque el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, afirma que es bebible.
La única refinería de combustibles del país, La Teja, en esta capital, tuvo que tomar medidas por las implicaciones que para su proceso industrial tiene el agua salobre que suministra OSE.
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