La cita servirá para elegir un nuevo Parlamento y Ejecutivo, en un país golpeado por una crisis financiera, los efectos de la pandemia de Covid-19 y la inestabilidad política.
Mitsotakis busca dominar la Asamblea de los Helenos (Parlamento) para gobernar en solitario y según las últimas encuestas, su partido Nueva Democracia sumará el 40 por ciento de los votos, con lo que sacaría 20 puntos de ventaja al opositor e izquierdista Syriza, del exjefe de Gobierno Alexis Tsipras.
De concretarse ese resultado serían porcentajes idénticos a los del 21 de mayo, si bien esta vez al líder conservador le bastaría recibir un 39 por ciento para hacerse con la mayoría absoluta en el Parlamento de 300 escaños, toda vez que el partido ganador obtiene una prima de hasta 50 puestos.
Durante la campaña Mitsotakis se presentó como la única opción para formar “un Gobierno estable” y prometió mantener al país en la senda del crecimiento; por su parte, Tsipras abogó por una economía “que funcione para todos” y pidió el voto para mantenerse como un “partido opositor fuerte”.
El líder de Syriza es recordado como el primer ministro que casi sacó a Grecia del euro y después de perder cuatro elecciones ante su rival de hoy su futuro como cabeza del partido está en juego, según analistas.
Los comicios de esta jornada suceden bajo la sombra de la tragedia migratoria de la semana pasada en el Mar Jónico, cuando un pesquero naufragó y como consecuencia murieron más de 80 migrantes.
El siniestro provocó tensión política entre Tsipras y Mitsotakis respecto a la actuación de la Guardia Costera, pero, según analistas, es poco probable que tenga un impacto significativo en los apoyos que reúnen los principales partidos.
De vencer Mitsotakis con una mayoría absoluta que le permita formar un Ejecutivo, sería el primer jefe de gobierno griego que logra ser reelecto tras un mandato de cuatro años desde el estallido de la crisis financiera en 2010.
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