Desde el anuncio del proyecto miles de drusos salieron a las calles para rechazarlo al señalar que dañará la producción agrícola de sus tierras.
El miércoles ocurrieron los enfrentamientos más violentos que dejaron ocho manifestantes y 12 policías heridos.
Los uniformados cargaron contra los drusos que a su vez lanzaron cocteles molotov y piedras, según diversas televisoras nacionales.
El primer ministro Benjamin Netanyahu “envió a (titular de Seguridad Nacional Itamar) Ben Gvir a declarar la guerra a los drusos”, denunció ayer el líder de esa minoría, jeque Muwafak Tarif.
¿Quién es Netanyahu? Le enseñaremos quiénes somos. Estamos listos para la guerra, advirtió ante cientos de seguidores durante una manifestación en el norteño poblado de Kafr Yasif.
Tarif llamó a detener de inmediato la construcción de las turbinas, cancelar las multas, las órdenes de demolición de las casas que se construyeron en la zona y las “leyes racistas” aprobadas por el Ejecutivo.
La televisora Kan News destacó que los participantes corearon consignas contra Ben Gvir, conocido por sus posturas racistas y antiárabes, y repitieron varias veces “con espíritu y con sangre, redimiremos el Golán”.
Días atrás, el jefe del Consejo Dalit al-Carmel, Rafik Halbi, advirtió que la situación podría empeorar y provocar una Intifada, como se les conoce a los levantamientos populares palestinos contra la ocupación israelí.
En la llamada Guerra de los Seis Días, en 1967, el ejército israelí ocupó mil 200 kilómetros cuadrados de los mil 800 que abarca el Golán sirio.
Desde entonces los sucesivos gobiernos de este país se niegan a retirarse del área pese a varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el tema y de las críticas de la comunidad internacional.
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