En carta enviada a las autoridades electorales, el Congreso de Todos los Pueblos (APC), principal fuerza política contraria al actual gobierno, denunció un presunto complot para suprimir votos a su favor.
«Los electoress se presentaron en sus respectivos colegios, pero fueron privados de sus derechos porque sus nombres no estaban en el registro», se lee en la misiva del APC enviada a la prensa y que señala además retraso en la apertura de los centros de votación.
Esto parece ser un esquema deliberado para suprimir votos a favor del partido del APC y debe ser tratado con la seriedad que exige, añadió la organización política.
En los comicios por la presidencia se enfrentaron el presidente actual, Julius Maada Bio, de 59 años, y líder del gobernante Partido Popular de Sierra Leona (SLPP); y Samura Kamara, de 72 años y jefe del APC.
También se eligieron representantes parlamentarios y municipales y estaban convocados unos 3,4 millones de sierraleoneses, sobre población de 8,5 millones de habitantes.
Al efecto se habilitaron tres mil 630 colegios en todo el país y la jornada transcurrió sin incidentes graves, según la prensa local.
Pero la comisión electoral señaló algunos “desafíos logísticos en centros de votación relacionados con la llegada tardía de materiales, especialmente en algunas partes de los distritos urbanos y rurales del este del país».
Por su parte, la organización de la sociedad civil National Elections Watch, destacó otros «incidentes críticos» durante la jornada, como la ausencia de los nombres de los votantes, papeletas y sellos de validación en algunos colegios electorales.
Los comicios se celebraron bajo la sombra de las protestas del pasado 10 de agosto contra el elevado coste de la vida, reprimidas por las fuerzas de seguridad y en las que murieron al menos 27 civiles y seis policías.
En tanto el pasado miércoles las autoridades dispersaron manifestaciones convocadas por el APC en varias partes del país, después de calificarlas de «ilegales», lo que provocó reacciones de “preocupación desde las Naciones Unidas y el anuncio de “contactos con líderes políticos del país para tratar de restaurar la calma”.
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