El presidente del sindicato de Obras Sanitarias del Estado (OSE) dijo a la prensa que el poder ejecutivo no ha querido gastar recursos, «pero las grandes obras las hace el Estado».
Afirmó que el embalse de Paso Severino, principal fuente de abasto de la capital, tiene un caudal por debajo de los dos millones de metros cúbicos de agua, pese a que su capacidad llega a los 67 millones.
Frente a esta coyuntura OSE está mezclando el agua del río Santa Lucía con la del Río de la Plata, salobre, y en proporción cada vez mayor de esta última fuente para mantener el suministro.
Kreimerman aseguró que en la actual crisis hay responsabilidades gubernamentales, y consideró que «el gran error» de la actual administración «fue jugársela con la lluvia» pese a las advertencias del Instituto Uruguayo de Meteorología sobre la sequía.
“En octubre hay un primer indicio de que se sabía, porque al agro se le dio una exoneración fiscal basada en el déficit hídrico. Se atendió al agro y no a la gente”, apuntó.
Subrayó que en un país reconocido por sus reservas acuíferas, ahora el 60 por ciento de su población no tiene acceso al agua potable y «puede empeorar».
Respecto a la calidad del agua, criticó que se informara a la población “ante el hecho consumado”, y sostuvo que cada vez que OSE solicitó al Ministerio de Salud la autorización para elevar los niveles de salinidad, en realidad ya los había incrementado.
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