De acuerdo con Zapata, el cambio en el accionar de los uniformados es consecuencia del respaldo de las nuevas leyes como el uso legítimo de la fuerza, que ha permitido la desarticulación de 776 agrupaciones y 72 grupos dedicados a extorsiones.
Sin embargo, el secretario de Seguridad aquí, Wagner Bravo, reconoció esta semana el alarmante incremento de muertes violentas y afirmó que se están implementando diversas acciones para hacer frente a esta problemática, como la graduación de más policías.
También la pasada semana, la fundación Insight Crime consideró a Ecuador como el segundo país más violento de Sudamérica en términos de tasa de homicidios, ubicándose solo por detrás de Venezuela, que registró una tasa del 40 por ciento al finalizar 2022.
El Ejecutivo atribuye la ola de inseguridad al auge del narcotráfico y a las disputas de bandas criminales por el control del tráfico de drogas.
Para los especialistas, el alza de la delincuencia tiene su origen en la escasa inversión pública y social del actual gobierno, lo cual contribuye al aumento de la pobreza y el desempleo, y por tanto, apuntan que la respuesta al problema no debe ser solo militar, sino integral.
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