Según Werner Vargas Torres, secretario general del SICA, el esfuerzo estará enfocado en satisfacer las necesidades de alimentos de la región, en especial el llamado corredor seco que en la actualidad enfrenta condiciones más precarias a causa del fenómeno climático de El Niño.
Ambas entidades firmaron recientemente un acuerdo de cooperación para impulsar estrategias de adaptación al cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria.
El convenio rubricado por Vargas y el representante regional de FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, buscará el intercambio de conocimientos y experiencias en temas de agricultura resiliente y gestión sostenible de los recursos naturales como el agua, la tierra, los bosques y la biodiversidad.
Lubetkin estimó que el plan permitirá trabajar en conjunto para reducir los indicadores de hambre, malnutrición y pobreza.
“Suma esfuerzos de cooperación para ampliar las inversiones y las soluciones sostenibles en el gran territorio del corredor seco centroamericano, dijo.
El directivo aseveró que ya trabajan con instancias del SICA en proyectos de producción de alimentos, así como la restauración de ecosistemas.
La agencia de la ONU recordó que la inseguridad alimentaria afecta a casi 100 millones de personas entre 2019 y 2021, y solo en el área de Centroamérica golpea a 7.5 millones que se enfrentan a dificultades para satisfacer sus necesidades alimenticias.
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