Mientras tanto, la Embajada de Türkiye en Estocolmo hizo un llamamiento a las autoridades suecas para que prevengan este tipo de ataques, destacó la televisión local. De acuerdo con la agencia Anadolu, el atacante de origen iraquí, rompió algunas páginas de la copia del Corán en la que había puesto tocino y las quemó, al afirmar que su objetivo era criticar al Islam y se presentó como un secular ateo en las redes sociales,
Previamente, había elogiado al islamófobo de extrema derecha Rasmus Paludan, quien llevó a cabo el acto de quemar el libro sagrado, y que vio al Islam como una amenaza para los valores suecos.
La embajada turca se puso en contacto con las sedes de los miembros de la Organización de Cooperación Islámica Azerbaiyán, Arabia Saudita, Pakistán, Marruecos, Indonesia, Malasia, Bangladesh y Palestina en Estocolmo y rechazó enérgicamente el acto.
Por su parte, la policía sueca rechazó solicitudes anteriores relativas a la quema del Corán frente a las embajadas de Türkiye e Irak en Estocolmo, pero esta decisión fue anulada por el tribunal.
Las autoridades suecas no rechazaron hoy la solicitud del activista.
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