El periódico resaltó que desde inicios de 2023 hay “una clara disminución en las visitas de altos funcionarios israelíes a países árabes a la luz de la escalada en Cisjordania”.
Durante los primeros seis meses de su nueva administración, Netanyahu solo visitó Jordania, mientras su antecesor, Naftali Bennett, viajó en igual lapso del pasado año a ese país, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, subrayó.
La estancia de Bennett en Emiratos fue la primera en la historia de un primer ministro israelí.
Haaretz indica que, aunque el canciller Eli Cohen estuvo en Sudán, Turquía, Turkmenistán y Azerbaiyán, aún no realizó ninguna visita oficial a países árabes, aunque su antecesor Yair Lapid recorrió Emiratos, Bahrein, Jordania, Egipto y Marruecos.
Esa situación está motivada por la escalada de violencia en Cisjordania y Jerusalén Este, consideró la publicación.
La tensión y los enfrentamientos aumentaron allí desde la llegada al poder en Israel de una coalición ultraderechista, que tiene entre sus miembros a Itamar Ben Gvir y a Bezalel Smotrich, con un discurso abiertamente racista y antiárabe.
Ante esa situación también se incrementaron las operaciones de las milicias palestinas.
Según el diario israelí Maariv, los palestinos ejecutaron 167 ataques en las carreteras de la ocupada Cisjordania desde principios de año, 114 más que en igual fecha de 2022.
Además, precisó que desde enero se contabilizaron mil 369 incidentes de lanzamiento de piedras, 147 con cócteles molotov y 85 que involucraron a artefactos explosivos caseros.
“La situación está lejos de ser ideal”, admitió el general de división Shumer Israel, jefe del Departamento de Operaciones de las Fuerzas de Defensa, durante una intervención ante el subcomité del Comité de Asuntos Exteriores y Seguridad de la Knesset (Parlamento).
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