La etapa marca además el inicio del último año de mandato del presidente de la República, Laurentino Cortixo, quien se dirigirá a los diputados en medio de protestas sociales que rechazan el aval dado a un contrato con Minera Panamá, filial de la trasnacional canadiense First Quatum y que el Legislativo debe evaluar en la etapa.
Para algunos sectores políticos se vendrán nuevas tensiones en la dirección del Parlamento, en la que Jaime Vargas se perfila como nuevo presidente, integrante de la bancada del gobernante Partido Revolucionario Democrático, pero envuelta en divisiones internas tras la celebración de primarias el pasado 11 de junio.
El analista político José Stoute, indicó al diario La Estrella de Panamá que en este último año de gestión de los poderes ejecutivo y legislativo se profundizarán escándalos como el de la denominada “descentralización paralela”- que otorga fondos públicos a las comunidades-, dada la desesperación por reelegirse.
En ese sentido, dijo, habrá que observar con detenimiento el presupuesto que le asignarán a la Asamblea para la vigencia fiscal de 2024.
Stoute recordó que también está pendiente la aprobación de una ley de extinción de dominio, para el combate al crimen organizado y la corrupción, obstaculizada por intereses en riesgo de actores políticos y algunos diputados.
De cara a comicios generales de mayo de 2024, el estudioso Edwin Cabrera sostuvo que es evidente que cada día, semana y mes que pasa, la capacidad de maniobra del presidente Cortizo para impulsar obras pendientes será menor.
Agregó que usualmente en el último año del quinquenio, la mayoría de los diputados comienza a seleccionar cuáles son los temas con los que va a avanzar y cuáles no entrará a debatir.
Cabrera calificó, además, como una irresponsabilidad del Ejecutivo haber dejado pasar tanto tiempo y que ahora el tema del contrato con la minera coincida con el periodo electoral.
Mientras el exdiputado José Antonio Domínguez afirmó que del Ejecutivo en este último año de gobierno, no espera más de lo que hasta ahora ha hecho.
“Es de tontos, sabiendo cómo se comporta alguien y que comete siempre los mismos errores, pensar que va a cambiar, y menos al final de su mandato”, remarcó.
Agregó que de la Asamblea sí espera algo diferente, pero mucho peor de lo que se ha visto hasta ahora, sabiendo que ya es el último año donde está posibilidad de que más nunca regresen los corruptos a los puestos de diputados.
En torno a las instalaciones de la Asamblea Nacional se han reforzado las medidas de seguridad y presencia policial, tras el anuncio de movimientos populares de concentrarse en una manifestación de protesta contra la gestión del Legislativo y en rechazo al contrato entre el Estado y Minera Panamá.
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