Responsabilizamos al Estado ocupante por estos crímenes de guerra, que violan numerosas leyes internacionales, advirtió en un comunicado el secretario general de la organización panárabe, Ahmed Aboul Gheit.
Esta operación socava cualquier esfuerzo para retomar las negociaciones y por tanto entierra la esperanza para alcanzar la paz regional, afirmó.
Aboul Gheit instó al mundo a asumir sus responsabilidades “para detener de inmediato la agresión israelí y brindar protección al pueblo palestino”.
En similar sentido se pronunció el Parlamento Árabe, que consideró la ofensiva como un castigo colectivo contra la población civil.
Este es un crimen de guerra cometido contra un pueblo indefenso, alertó la institución, que también pidió la intervención de la ONU.
Egipto se sumó a la ola de condenas al rechazar los repetidos ataques israelíes contra ciudades y pueblos palestinos en clara “violación del derecho internacional”.
La cancillería egipcia advirtió que esas acciones exacerban el sufrimiento del pueblo palestino y socavan los esfuerzos realizados por El Cairo y socios regionales e internacionales para reducir las tensiones en los territorios ocupados.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Asuntos de Expatriados de Jordania instó a la comunidad internacional a aplicar medidas para detener la operación castrense.
Es necesario poner fin a esta escalada que constituye una violación del derecho humanitario y de las obligaciones de Israel como la potencia ocupante, afirmó Sinan Majali, vocero de la Cancillería jordana.
La coordinadora humanitaria de la ONU para los territorios palestinos, Lynn Hastings, dijo estar alarmada por el tamaño del asalto israelí.
“Se utilizaron ataques aéreos en el campo de refugiados densamente poblado. Varios muertos y heridos de gravedad”, escribió la funcionaria en la red social Twitter.
Esta madrugada las fuerzas de seguridad israelíes lanzaron su mayor operación militar en Cisjordania en años, centrada en la ciudad de Jenin y su vecino campamento de refugiados, aunque amenazó con extenderla a todo el territorio de ser necesario.
La agencia oficial de noticias palestina denunció que tras el bombardeo inicial de drones, un amplio contingente de soldados y unos 150 vehículos militares, incluidas excavadoras, penetraron en Jenin y su campamento desde varios ejes.
Los uniformados cortaron las carreteras que unen ambas localidades y desplegaron numerosos francotiradores en los techos, agregó.
Tanto el Gobierno como los partidos palestinos condenaron la nueva ofensiva, que calificaron de crimen de guerra.
Nuestro pueblo no se arrodillará, no se rendirá, no levantará la bandera blanca y permanecerá firme en su tierra frente a esta brutal agresión, hasta que la ocupación sea derrotada y se logre la libertad, aseguró el vocero de la presidencia, Nabil Abu Rudeina.
En similar sentido se pronunció el gubernamental movimiento Fatah tras criticar “la bárbara agresión de la ocupación israelí”.
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