Esta mañana las fuerzas de ocupación enviaron refuerzos, acompañados de excavadoras, denunció la agencia oficial de noticias Wafa.
Según la fuente, los uniformados continuaron atacando las casas y propiedades de los ciudadanos en el campamento, donde obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares, muchos de los cuales son usados ahora como cuarteles.
La Media Luna Roja denunció que 500 habitantes fueron evacuados ante las amenazas.
Varios barrios, en especial los de Al-Damej y Al-Hawashin, son escenarios de violentos enfrentamientos entre jóvenes y los soldados.
La Defensa Civil en Jenin señaló que sus equipos pudieron apagar el incendio que se desató en tres casas y un restaurante después de ser bombardeados por drones israelíes.
Tras el ataque inicial de la aviación, cerca de un millar de militares respaldados por unos 150 vehículos militares, incluidas excavadoras, penetraron ayer en Jenin y su campamento desde varios ejes en la mayor operación castrense en Cisjordania en años.
Allí cortaron la electricidad y el agua, mientras comenzaron a realizar redadas y arrestos.
Jenin y su campamento de refugiados son considerado bastiones de las milicias palestinas, y por tanto blancos sistemáticos de las ofensivas castrenses del Ejército.
En respuesta, el liderazgo palestino, en una reunión celebrada ayer, acordó detener todos los contactos y reuniones con Israel y recurrir de inmediato al Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo, solicitó una reunión urgente de la Liga Árabe para abordar la ofensiva.
Precisamente, el organismo panárabe y varios países de la región condenaron en duros términos el nuevo ataque.
Responsabilizamos al Estado ocupante por estos crímenes de guerra, que violan numerosas leyes internacionales, advirtió en un comunicado el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit.
Egipto se sumó a la ola de condenas al rechazar los repetidos ataques israelíes contra ciudades y pueblos palestinos en clara “violación del derecho internacional”.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Asuntos de Expatriados de Jordania instó a la comunidad internacional a aplicar medidas para detener la operación castrense.
Tanto el Gobierno como los partidos palestinos condenaron la nueva ofensiva, que calificaron de crimen de guerra.
Nuestro pueblo no se arrodillará, no se rendirá, no levantará la bandera blanca y permanecerá firme en su tierra frente a esta brutal agresión, hasta que la ocupación sea derrotada y se logre la libertad, aseguró el vocero de la presidencia, Nabil Abu Rudeina.
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