El presidente del Consejo Nacional Palestino, Ruhi Fattouh, instó en un comunicado a los parlamentos y a las instituciones internacionales, incluida la ONU, a intervenir para poner fin a “los crímenes y agresiones bárbaras contra la ciudad de Jenin y su campamento de refugiados”.
Fattouh afirmó que las expulsiones masivas de habitantes en esas localidades son crímenes de guerra y acusó a Israel de provocar una nueva catástrofe y un desplazamiento forzado.
Por su parte, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina, Hussein Al Sheikh, también reclamó en Twitter una intervención internacional ante el ataque castrense contra la población civil.
En especial, Al Sheikh exigió a Estados Unidos presionar a su aliado, aunque ayer Washington dio luz verde a la operación al defender el derecho de Israel a protegerse.
La Media Luna Roja denunció que más de tres mil palestinos fueron expulsados de hogares en las últimas horas en el campamento de refugiados de Jenin.
La situación es muy difícil en esa localidad, las personas necesitan agua, alimentos y medicinas, señaló la institución en un comunicado.
Según la agencia de noticias Safa, los uniformados obligaron a 500 familias a evacuar sus viviendas, muchas de las cuales son ahora usadas como cuarteles temporales del Ejército.
Televisoras regionales mostraron imágenes de cientos de personas, en su mayoría mujeres y niños, mientras salían del lugar rodeadas de soldados y vehículos blindados.
Tanto el Gobierno como los partidos palestinos condenaron la nueva ofensiva, que calificaron de crimen de guerra.
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