En la cita, con sede en Azerbaiyán bajo el lema “Mnoal: Unidos y firmes frente a los nuevos desafíos”, Moncada señaló que ese tema representa la necesidad del movimiento de tomar acciones ante los retos de la comunidad internacional.
En ese sentido, mencionó entre los desafíos del Mnoal el combate a las inversiones en guerras, despilfarros de recursos en armas, alianzas militares, bloqueos, sanciones y campañas difamatorias, los cuales son contrarios al derecho internacional y a la Carta de las Naciones Unidas.
“Nuestro mundo, sin embargo, avanza y se dirige rápidamente hacia un orden mundial multipolar, con el auge de los nuevos actores regionales intercontinentales y una mayor cooperación entre los países en desarrollo”, destacó.
El jefe de la diplomacia nicaragüense expresó que el MNoal complementa el avance hacia ese nuevo orden mundial comprobado ante la progresiva politización parcializada del sistema de Naciones Unidas con la imposición de agendas y dobles raseros.
“Es ante esta situación que los países del Mnoal, debemos aunar los esfuerzos internacionales por apegarnos a los principios de Bandung y fomentar medidas y acciones de respeto a la Carta de la ONU”, resaltó.
Además, llamó a implementar de forma exitosa la agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenibles, así como erradicar la pobreza, falta de salud, educación, y cumplir urgente con los compromisos en el acuerdo de París para contrarrestar el calentamiento global.
Moncada reiteró la importancia de avanzar hacia un desarme total y completo, cuya máxima prioridad es la eliminación de las armas nucleares.
Condenó las medidas coercitivas unilaterales en contra de pueblos y gobiernos y las calificó de ilegales, criminales y arbitrarias.
“Nuestro abrazo solidario con la heroica Cuba, con las históricas y nobles Batallas del pueblo Palestino; la continua y gran Batalla contra el Fascismo y por la Seguridad, integridad y paz”, manifestó.
Por último, el canciller recordó que el 27 de junio de 1986, hace 37 años, la Corte Internacional de Justicia emitió una sentencia y condenó a Estados Unidos a indemnizar a Nicaragua por todos los daños de guerra contra el país centroamericano.
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