Mientras tanto, el presidente Luis Lacalle Pou se reunirá está jornada con autoridades de Obras Sanitarias del Estado y los ministerios de Ambiente y Salud Pública.
El encuentro tendrá lugar cuando apenas queda agua dulce en el embalse de San Severino, principal fuente de abasto para casi dos millones de personas.
OSE está entregando agua corriente con altos niveles de cloruros y sodio, según límites establecidos por las autoridades sanitarias.
A la par está en ejecución una represa cuya finalidad es mantener el actual suministro del vital líquido, bebible, pero no potable.
Lacalle Pou advirtió que mientras se construye el embalse podría haber un intervalo de tiempo en el que el agua de OSE no pueda ser bebible.
Pero la víspera adelantó que no habrá cambios en los parámetros del agua y dijo que la intención es adelantar las obras en curso y seguir buscando alternativas a la crisis hídrica, que sigue a tres años de sequía.
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