Aunque las milicias perdieron numerosas armas y destruyeron varios sitios de fabricación de bombas, las fuerzas de ocupación no alcanzaron su meta, por el contrario, la resistencia ganó más apoyo popular, estimó Mutasim Samara, un especialista en asuntos israelíes.
En declaraciones a la agencia Safa, resaltó que los milicianos lograron un triunfo moral y apuntó que la vecina nación no repetirá el asalto.
Ahora Israel impulsará su estrategia de asesinatos selectivos, ya sea a través de drones o agentes sobre el terreno, para minimizar las pérdidas tanto humanas como de material, manifestó.
“Las 48 horas del asalto de Jenín terminaron en un fracaso catastrófico a pesar del uso de todas sus armas con cobertura política de alto nivel”, coincidió el analista Amin Abu Warda.
El respaldo popular demostró que la resistencia está presente en las calles palestinas, subrayó.
Abu Warda consideró que el gobierno israelí enfrentará la presión internacional como resultado de sus crímenes.
Unos mil soldados y 150 vehículos blindados iniciaron el lunes la mayor operación militar en Cisjordania en los últimos años con el argumento de destruir a “un nido de terroristas”, como califican a los milicianos palestinos.
Durante dos días de ofensiva castrense 12 palestinos murieron, cinco de ellos menores de edad, y más de 140 resultaron heridos. También perdió la vida un militar.
Según el portavoz del municipio de Jenin, Bashir Matahen, los militares dañaron o destruyeron centenares de viviendas tanto en la ciudad como en el campamento de refugiados.
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