De acuerdo con un comunicado, poco después de las 08:00, hora local, el comando de mantenimiento de la paz inició una investigación tras escuchar explosiones cerca de la localidad de Al-Majidiya.
El jefe de Misión y Comandante de la Fuerza, el General de División Aroldo Lázaro, mantiene contactos con las autoridades en Líbano e Israel, reflejó el texto.
Al mismo tiempo, enfatizó la importancia de respetar los mecanismos de enlace para evitar una mayor escalada, en medio de tensiones en la frontera tras las infracciones israelíes durante la semana.
La declaración de Unifil llamó a todos a actuar con moderación y evitar cualquier acción que pueda causar una confrontación.
Según el corresponsal del canal local Al Manar Ali Shoeib, el bombardeo hostil israelí tuvo como objetivo áreas boscosas abiertas, a más de tres kilómetros de los hogares.
El propio reportero compartió en su cuenta de Twitter fotos del ataque a las montañas e informó del disparó de 15 proyectiles de 155 milímetros por parte de la artillería del Ejército de Tel Aviv.
Ante este escenario, el primer ministro interino, Najib Mikati, dio seguimiento a la situación en el sur a través de contactos con el Comandante del Ejército, General Joseph Aoun, y la dirección de la Unifil.
Según la cuenta de Twitter del gobierno, está previsto que Mikati reciba a la Coordinadora Especial de Naciones Unidas aquí, Joanna Wronecka, y a una delegación del contingente internacional, encabezada por el Comandante Aroldo Lázaro.
Hoy, la Resistencia islámica libanesa (Hizbulah) denunció las recientes medidas del ente israelí en la parte norte de la ciudad fronteriza de Ghajar, reconocido un territorio nacional por Naciones Unidas sin discusión ni disputa.
A través de una declaración, la fuerza chiita indicó que el establecimiento de Tel Aviv de una cerca de alambre de púas y la construcción de un muro de cemento alrededor de todo el pueblo es similar al actuar en el límite entre Líbano y Palestina ocupada.
Hizbulah puntualizó que las fuerzas israelíes impusieron su autoridad y ocuparon partes de la ciudad de Ghajar y la sometieron a su administración en paralelo con la apertura de la aldea a los turistas provenientes del interior de la entidad enemiga.
La Resistencia enfatizó que estas medidas peligrosas constituyen una violación; y en ese sentido, llamó al gobierno y pueblo libanés, con todas sus fuerzas políticas y civiles a evitar la consolidación de esta ocupación israelí.
A propósito del tema, la cancillería de Líbano condenó días atrás la violación israelí a la Resolución 1701 del Conejo de Seguridad de la ONU al impedir a sus ciudadanos ingresar en la aldea de Ghajar e intentar anexarla.
El ministerio libanés responsabilizó a Tel Aviv por cualquier escalada que pueda ocurrir como resultado de estas graves violaciones de la estabilidad y el statu quo.
Los dos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel y a lo largo de estos años muchos crímenes y agresiones perduran en la memoria del pueblo de Líbano ante las ambiciones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.
mem/yma