A través de una declaración, la fuerza chiita indicó que el establecimiento por Tel Aviv de una cerca de alambre de púas y la construcción de un muro de cemento alrededor de todo el pueblo es similar al actuar en el límite entre Líbano y Palestina ocupada.
De acuerdo con Hizbulah, las fuerzas israelíes impusieron su autoridad y ocuparon partes de la ciudad de Ghajar y la sometieron a su administración en paralelo con la apertura de la aldea a los turistas provenientes del interior de la parte enemiga.
La Resistencia enfatizó en que estas medidas peligrosas constituyen una violación; y en ese sentido, llamó al gobierno y pueblo libanés, con todas sus fuerzas políticas y civiles a evitar la consolidación de esta ocupación israelí.
Sobre este tema, convocó a trabajar para liberar esta parte de la tierra libanesa y devolverla a la patria.
Esta semana, la cancillería de Líbano denunció la violación israelí a la Resolución 1701 del Conejo de Seguridad de la ONU al impedir a sus ciudadanos ingresar en la aldea de Ghajar e intentar anexarla.
Mediante un comunicado, el ministerio llamó a las partes internacionales interesadas a presionar a Israel para que regrese de sus pasos provocadores a favor de la paz, la seguridad y la estabilidad en la región.
Al mismo tiempo, la diplomacia libanesa responsabilizó a Tel Aviv por cualquier escalada que pueda ocurrir como resultado de estas graves violaciones de la estabilidad y el statu quo.
Igualmente, reafirmó el respeto y el compromiso de Líbano con todas las disposiciones de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, y su deseo de preservar el estado de relativa calma que disfruta el sur de la nación.
Ayer, el Ejército de Líbano impidió la infracción de una excavadora israelí en la zona de Máis Al Jabal y la obligó a trabajar en áreas alejadas de la Línea Azul, establecida por Naciones Unidas.
Esta transgresión de Tel Aviv se suma a otras aéreas y navales realizadas durante la semana y reportadas por Líbano, en seguimiento con la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil).
A principios del mes anterior, Líbano reclamó las tierras de las granjas de Shebaa, las colinas de Kfar Shuba y las afueras de la ciudad de Mari, que incluye parte de la expansión urbana de la ciudad de Ghajar, así como 13 regiones en la Línea Azul.
También instó a las Naciones Unidas a ejercer la máxima presión para detener las constantes infracciones israelíes a su soberanía nacional por tierra, mar y aire.
Los dos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel y a lo largo de estos años muchos crímenes y agresiones perduran en la memoria del pueblo de Líbano ante las ambiciones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.
jf/yma