La Administración del Ciberespacio de China, el principal regulador de internet del país, instó a la opinión pública a sugerir modificaciones al borrador del proyecto, el cual se centra en las responsabilidades y deberes de los operadores en línea.
De hecho, las autoridades del gigante asiático promueven con este documento la adopción de nuevas medidas técnicas que mejoren las inspecciones sobre cada usuario.
En China las plataformas de transmisión en vivo y videos cortos experimentan un número cada vez mayor de internautas, por lo que el proyecto insta a los proveedores de servicios de internet a establecer sus propios sistemas, incluidos los de alerta temprana, monitoreo e informes, para hacer frente al acoso en línea.
Según el documento, la demora en hacer frente a los ciberacosadores que causen graves consecuencias para la vida y la salud de las personas costará a los proveedores una multa que oscila entre 100 mil y 200 mil yuanes (más de 13 mil 800 dólares).
El borrador también ordena a los operadores de internet que publiquen regularmente cómo combaten el acoso cibernético y exige una respuesta a las preocupaciones públicas si se encuentran riesgos de acoso.
En junio pasado el Tribunal Popular Supremo, la Fiscalía Popular Suprema y el Ministerio de Seguridad Pública también solicitaron la opinión pública sobre un proyecto de directriz contra el acoso en línea.
En ese caso, el texto anunciaba severos castigos para aquellos que planearan acoso organizado, falsificaran temas relacionados con el sexo para dañar la dignidad de otros o utilizaran tecnologías para publicar contenido ilegal o nocivo en violación del orden público, las costumbres, la ética o la moral.
China tiene una de las sociedades más informatizadas del mundo y casi todos los servicios están vinculados a internet.
El Gobierno mantiene una ofensiva contra los gigantes del sector y ha endurecido las regulaciones relativas a la protección y el manejo de datos personales, las prácticas monopolísticas y los riesgos a la seguridad nacional.
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