Una lancha militar enemiga atravesó las costas libanesas frente a Ras al-Naqoura, a una distancia de unos 518 metros durante 20 minutos, precisó el comunicado de la Dirección de Orientación de la institución castrense.
La nota indicó que la nueva infracción israelí, la segunda naval de la actual semana, es monitoreada en coordinación con la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil), establecidas aquí desde 1978.
Entrada al espacio aéreo de cuatro aviones de combate, trabajos fuera de la Línea Azul, intentos de anexar la aldea de Ghajar y bombardeos a áreas del sur describen en los días recientes las infracciones de Tel Aviv a la paz en Líbano y a las resoluciones internacionales.
Ante este panorama, el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, llamó a la ONU a trabajar para detener las violaciones israelíes que ascendieron en el período reciente a 18 por mar, aire y tierra.
Sobre este tema, la cancillería rechazó las transgresiones del ente enemigo a la Resolución 1701 al impedir a sus ciudadanos ingresar en la aldea de Ghajar e intentar anexarla.
Mediante un comunicado, el ministerio reclamó a las partes internacionales interesadas a presionar a Israel para que regrese de sus pasos provocadores a favor de la paz, la seguridad y la estabilidad en la región.
Al mismo tiempo, responsabilizó al gobierno de Tel Aviv por cualquier escalada que pueda ocurrir como resultado de estas graves violaciones de la estabilidad y el statu quo.
En este contexto, la Resistencia islámica libanesa (Hizbulah) llamó al gobierno y pueblo libanés, con todas sus fuerzas políticas y civiles a evitar la consolidación de la ocupación israelí en la parte norte de la ciudad fronteriza de Ghajar, reconocida un territorio nacional por la ONU sin discusión ni disputa.
A propósito, Hizbulah convocó a trabajar para liberar esta parte de la tierra libanesa y devolverla a la patria.
El mes anterior, Líbano reclamó las tierras de las granjas de Shebaa, las colinas de Kfar Shuba y las afueras de la ciudad de Mari, que incluye parte de la expansión urbana de la ciudad de Ghajar; así como 13 regiones en la Línea Azul.
También instó a las Naciones Unidas a ejercer la máxima presión para detener las constantes infracciones israelíes a su soberanía nacional por tierra, mar y aire.
Los dos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel y a lo largo de estos años muchos crímenes y agresiones perduran en la memoria del pueblo de Líbano ante las ambiciones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.
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