El monarca, quien se encontraba de vacaciones en Grecia con su familia, regresó para reunirse con Rutte, cuya renuncia acrecienta la división del país en camino a elecciones generales en los próximos meses.
El álgido problema de frenar la inmigración que repercute en los países europeos desde hace años fue el factor que provocó la caída del gobierno el viernes por la noche y puso de manifiesto las profundas diferencias ideológicas entre los cuatro partidos integrantes de la coalición, según los analistas.
Rutte afirmó que primero iniciarán el proceso para la renovación de las elecciones, y que el actual gobierno permanecerá en el cargo temporalmente hasta las elecciones y enfatizó que la caída del gobierno nunca es algo bueno, lamentó no completar el proceso, recordó que varios partidos tuvieron desacuerdos con las políticas migratorias y subrayó la importancia buscar una solución al problema.
Entre tanto, varios diputados opositores expresaron su satisfacción por la caída del gobierno a través de mensajes compartidos en Twitter y llamaron a celebrar elecciones lo antes posible.
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