A pesar de las alertas de políticos y ciudadanos sobre la injerencia que implica un convenio de ese tipo, el actual gobierno ecuatoriano insistió por más de un año en ese tratado.
Con el monto antes mencionado, que los estadounidenses entregarán en un plazo de siete años, Ecuador podrá “modernizar y mejorar la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas”, indicó el canal Ecuavisa.
En entrevista con ese medio, el ministro de Defensa, Luis Lara, anunció que viajará a Washington la próxima semana para cerrar el convenio «histórico», que permitirá modernizar aeronaves, infraestructura y equipos de las Fuerzas Armadas.
Asimismo, comentó que facilitará la ciberseguridad para mejorar los sistemas de inteligencia y contrainteligencia, la coordinación de la logística para enfrentar el fenómeno El Niño, y posibilitará el impulso de programas para proteger el medio ambiente y la lucha contra la minería ilegal.
La firma de ese acuerdo se concretó el pasado mes de junio, durante el encuentro en Quito del subsecretario adjunto de Defensa para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Daniel Erikson, con el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso.
La presencia de Erikson en el Palacio de Carondelet se sumó a las numerosas visitas a este país de diplomáticos de Estados Unidos, congresistas, así como altos mandos militares de la Secretaría de Defensa y el Comando Sur, lo cual ha generado críticas al Gobierno de Lasso.
Para el exvicecanciller de Ecuador Fernando Yépez, la política exterior de la administración de Lasso será recordada por ser tremendamente errada, sin planificación, ajena a la soberanía y dignidad del país, alineada y sumisa con Washington, divorciada de los intereses y compromisos nacionales.
Según la embajada de Estados Unidos en Ecuador, desde 2018 el entonces gobierno de Donald Trump financió varios programas de asistencia en seguridad y defensa en Ecuador por 140 millones de dólares.
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