Seis meses se completaron el sábado de la invasión antidemocrática y saqueo en los edificios de los tres poderes en Brasilia, el 8 de enero, por adeptos radicales del expresidente Jair Bolsonaro.
El acto de la cruzada, que se transmitirá hasta el 15 de septiembre, está ambientado con una canción de rap y tiene como protagonistas a un hombre y una mujer negros.
La cantante lleva una blusa blanca con el estampado escrito Democracia, durante una fiesta con personas de todas las edades.
De 30 segundos, el audiovisual dice que «la libertad de expresión no es una licencia para difundir mentiras, odio, estafas y desacuerdos…».
Manifiesta que «la democracia se gana, no es suerte. ¡Puede retroceder que la conciencia aquí es fuerte!».
Al final del video, el narrador afirma que, en la hora de la verdad, la democracia habla más alto. «Justicia Electoral. La justicia de la democracia», finaliza.
El TSE determinó a inicios de julio la inelegibilidad por ocho años de Bolsonaro, fallo que pavimenta la posibilidad de que el exgobernante sea también condenado por otros delitos.
Hasta la fecha, el político ultraderechista acumula investigaciones y procesos judiciales que van, desde ofensas contra el sistema electivo, el funesto desempeño de su gobierno (2019-2022) durante la pandemia de Covid-19, hasta los actos golpistas del 8 de enero en esta capital.
La corte dejó inhabilitado al exgobernante por abuso del poder político y uso indebido de medios públicos de comunicación durante los pasados comicios.
Por cinco votos a favor y dos en contra, el tribunal incapacitó al exmilitar para ocupar cargos públicos hasta 2030 por celebrar, en julio de 2022, una reunión con embajadores extranjeros transmitida por televisión pública en la que atacó sin pruebas el sistema de votación y las urnas electrónicas.
En el encuentro, realizado en el capitalino Palacio de la Alvorada (residencia oficial), Bolsonaro, ante unos 40 diplomáticos foráneos, no contuvo tampoco su verbo para, una vez más, cuestionar y agredir a los ministros del TSE y del Supremo Tribunal Federal.
Ante los hechos, el Partido Democrático Trabalhista accionó rápidamente en la época a la justicia electoral.
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