Unas de sus más recientes publicaciones al respecto, explica que el turismo canadiense constituyó durante décadas, y a partir de los años 80 del siglo XX, el principal emisor de visitantes internacionales hacia Cuba. En 1985, cuando la Isla recibió 243 mil 26 turistas internacionales, 40 mil 727 procedían de ese país.
Desde 1994, fecha en que se creó el Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur) hasta el 2021 las autoridades reportaron 18 millones 348 mil 48 arribos de canadienses.
Mientras, al cierre de agosto de 2022, cuando el acumulado de visitantes internacionales al país alcanzó los 971 mil 455 visitantes, los turistas canadienses con el 30,7 por ciento de participación, ocuparon la primera posición con 298 mil 410 arribos.
Insiste el periódico, que a los turistas canadienses les gusta Cuba, porque a diferencia con algunos destinos caribeños, se sienten más seguros, disfrutando de magníficas playas, alojados en hoteles gestionados por compañías canadienses o participando en una rica vida cultural, además de que los cubanos se les presentan como gente singular y hospitalaria.
Una opinión especializada al respecto, lo constituye el profesor Hilary Becker, de la Universidad Carleton (Ottawa, Canadá), quien recientemente (19 al 23 de junio pasado) participó en el 16 Seminario Internacional de Periodismo y Turismo efectuado en La Habana y organizado por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
El académico, quien hizo su doctorado en este país, en el Centro de Estudios de la Economía Cubana, exhibió ideas sobre el desarrollo de nuevos paquetes de turismo, el aumento de la cooperación, tanto con las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) como en la región y la revisión de las industrias asociadas (agricultura y pequeñas empresas).
Dijo que lo más importante es trabajar juntos, incrementar la eficiencia, ampliar los vínculos con las Mipymes, con financiamiento y comprometerlas para apoyar al gobierno, con la utilización de las consultoras.
A su vez, consideró posible capitalizar la buena voluntad resultante del servicio que brindaron profesionales de la salud de Cuba en la lucha contra la Covid-19, así como desarrollar destinos de turismo inteligente, utilizar la inteligencia artificial e identificar ofertas medioambientales.
Becker destacó el modelo de turismo en Cuba que coloca a la comunidad local en el centro del proceso, promueve el empoderamiento, el bienestar y el sentido de pertenencia, que apuesta por preservar la cultura, herencia e identidad, y conservar el ambiente, la sostenibilidad de la biodiversidad y la pertenencia.
La cultura es una gran posibilidad aquí, dijo, porque Cuba tiene diferencia del resto del Caribe, lo que puede servir para complementar la playa, y por ello mencionó el Metaverso (espacio virtual), para que las personas vean lo que pueden encontrar antes de viajar.
Cuba antes de la pandemia recibía por año más de cuatro millones de visitantes extranjeros y en la actualidad el Ministerio de Turismo (Mintur) aspira a cerrar este año con 3,5 millones (existen más de 70 mil habitaciones en unos 300 hoteles sobre todo de cuatro y cinco estrellas en toda la isla).
Para el catedrático canadiense como para 70 periodistas y especialistas de 10 naciones que asistieron al seminario mencionado, los valores más relevantes para la recuperación turística en Cuba están en su belleza, la amabilidad de la gente, la infraestructura en crecimiento y, sobre todo, la seguridad.
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