Según la compañía, Zhuque-2 –como se denomina el artefacto- funciona con eficiencia y el hecho de tener motores alimentados con metano abarata sus costos operativos, pues permite reutilizarlo.
Además, emplea el oxígeno líquido como oxidante, es más potente y no tóxico.
La misión de este miércoles fue la segunda prueba de vuelo del cohete, pues el anterior envío falló en diciembre pasado y desde entonces los desarrolladores se enfocaron en optimizar cada detalle del artefacto.
LandSpace se propone seguir trabajando en la calidad del equipo y espera que los resultados de la operación sean útiles para la industria de los cohetes reutilizables.
mem/ymr