La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) destacó en un comunicado que en esa localidad viven 23 mil 600 personas, incluidos siete mil 150 menores de edad.
Al menos 40 familias, que comprenden 173 personas, siguen desplazadas internamente, alertó.
OCHA afirmó que debido a la falta de alternativas, algunos de los tres 500 desplazados durante la operación castrense regresaron y permanecen en sus viviendas inhabitables.
Destacó que durante los dos días del asalto militar murieron 12 palestinos, entre ellos cuatro menores de edad, y otros 143 resultaron heridos.
La destrucción de unos 3,9 kilómetros de carreteras por parte de las fuerzas israelíes en el campo de refugiados y sus alrededores dificulta el acceso de los vehículos, incluso a los servicios esenciales, lamentó.
El organismo señaló que la operación provocó daños significativos a las redes de agua y alcantarillado debido a la destrucción de al menos ocho kilómetros de tuberías.
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