Máximo Francisco Repilado Muñoz (1907-2003), conocido mundialmente como Compay Segundo y también apodado en el circuito artístico como el Rey del Armónico, aseveró que su extensa carrera estuvo guidada por una certeza: La música es complemento de mi vida.
Sobre su tema Chan Chan, confesó en una entrevista que un día se levantó escuchando esas cuatro notas sensibles, les puso una letra inspirándose en un cuento infantil de cuando era niño, Juanica y Chan Chan, y ahora se canta en todo el mundo, significó.
Decía este intérprete e instrumentista nacido en Santiago de Cuba, en la zona oriental, que se proponía dejar un legado: Yo también pasaré y dejaré mi recuerdo. Por ejemplo, dejo a Chan Chan porque lo saben los niños de dos años, así que vaya a ver cómo me recuerdan, hasta cuándo me recordarán.
Tocó el tres, clarinete, guitarra, bongó, y otros instrumentos, y tal como se propuso inventó el armónico, un híbrido de siete cuerdas entre la guitarra española y el tres cubano.
El armónico, otro de los legados de Compay Segundo, según entendidos pretende imitar el timbre del tres adicionando una cuerda octavada en la tercera cuerda (sol), y su afinación es igual a la guitarra.
Amante de la vida, de la música y el tabaco, alegre y optimista, el oriundo de Siboney aspiraba a llegar a los 115 años que vivió su abuela, quien fuera esclava y murió libre, y de quien posiblemente el nieto haya heredado la longevidad.
Si yo llego a los 115 años igual que mi abuela, voy a pedir prórroga, afirmaba jocoso el bardo en plena fama y sus palabras llenaban reseñas y entrevistas a nivel mundial.
Tengo tres nombres: en Oriente que es donde yo nací, Francisquito; en La Habana, Repilado; en el mundo, Compay, decía el intérprete de temas de gran popularidad como Macusa.
Comenzó su vasta carrera musical muy joven cuando compuso sus primeras canciones en los años treinta del pasado siglo e integró agrupaciones como el Cuarteto de Trovadores Orientales y el Cuarteto Hatuey; también fue vocalista del conjunto de Miguel Matamoros.
En 1948, Repilado, como voz segunda y tocador de tres funda con Lorenzo Hierrezuelo el legendario dúo Los Compadres.
Lorenzo, como primer vocal se llamó Compay Primo y Repilado, como hacía de voz segunda adoptó el sobrenombre de Compay Segundo, que le acompañaría la vida entera.
Pero, a pesar de su dilatada y creciente trayectoria musical, mucho tuvo que esperar para que se produjera el gran momento de su trayectoria.
Su fama internacional le llegó en 1997 tras su participación en el disco Buena Vista Social Club -de la mano del músico estadounidense Ry Cooder- el cual ganó varios premios Grammy, y también apareció en la película del mismo nombre realizada posteriormente por Wim Wenders.
La grabación realizada en Cuba vendió ocho millones de copias y reunió en los estudios Egrem a un verdadero dream-team de la música tradicional, con nombres como Ibrahim Ferrer, Omara Portuondo, Orlando Cachaíto López, Eliades Ochoa y Rubén González, entre otros.
Compay Segundo falleció a los 95 años en La Habana debido a una insuficiencia renal, y como el público recuerda hasta su último aliento fue dueño del escenario en Cuba y el mundo, exhibiendo virtuosismo en el armónico y su voz añeja de gran potencia forjadora de clásicos musicales.
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