El Frente Nacional Antiminero denunció a través de su red social Twitter que unos 300 uniformados dispararon bombas lacrimógenas y piedras al pueblo que se manifestaba en esa localidad.
Recientemente, los habitantes de esa urbe reportaron haber escuchado ruidos extraños similares a cañonazos que estremecen el suelo y que empezaron hace un mes.
Cerca de la zona se encuentra el Proyecto Minero Curipamba, administrado por la empresa Curimining y muchos de los vecinos en ese territorio han expresado malestar ante la presencia de la empresa, pensando que estos ruidos provienen de las actividades mineras.
El pasado mes de junio, el colectivo Acción Ecológica y varias organizaciones indígenas, populares y de derechos humanos, denunciaron el decreto 754, emitido el 31 de mayo por el presidente Guillermo Lasso, con el cual el Ejecutivo reformó el Código Orgánico del Ambiente, permitiendo al Ministerio de Ambiente llevar a cabo procesos de consulta ambiental.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) junto al colectivo Yasunidos declararon inconstitucional la medida del mandatario luego de declarar la muerte cruzada en el país andino.
Defensores de la naturaleza del cantón Las Naves alertaron que el lunes pasado, la empresa Curimining intentó realizar una consulta ambiental, para la actividad minera, en la Unidad Policial Comunitaria (UPC) con la intervención de la Fuerza Pública.
Denunciamos que desde 2007, el proceso de defensa del territorio ante las actividades del proyecto minero Curipamba Sur ha estado marcado por la criminalización y judicialización a dirigentes sociales y la inoperancia e indiferencia de las autoridades del gobierno local y nacional, manifestaron.
La comunidad de Las Naves ha expresado su rechazo a la actividad minera en la zona durante más de 15 años, argumentando que esta afectará gravemente las fuentes de agua y el entorno natural.
Una investigación reciente de la Fundación Ecociencia en Ecuador reveló que el país andino ha perdido mil 660 hectáreas de selva en la Amazonía debido a la actividad minera.
El estudio mostró que la pérdida, causada en menos de cinco años, equivale a dos mil 325 campos de fútbol.
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