A esto se añade que el coste del servicio se ha tornado más caro, a la vez que cientos de familias sufren la pérdida de electrodomésticos, como estufas, neveras, televisores y acondicionadores de aire, sin que la privatizadora LUMA Energy compense las pérdidas.
Ahora, con la entrada hace dos meses en la producción de energía de GeneraPR —subsidiaria de reciente creación de empresa norteamericana New Fortress Energy—, la situación ha empeorado para los abonados de la AEE, que tuvo que aportar 30 millones de dólares como parte del proceso.
Diariamente, miles de abonados se ven privados del servicios por días completos, mientras las empresas que llegaron para solucionar el problema lo encarecen.
La ineficiencia la tratan de justificar mediante el alegato de una infraestructura deficiente, precisamente lo que vinieron a resolver, según los defensores de la privatización, propulsada por los entonces senadores Eduardo Bhatia, del Partido Popular Democrático (PPD), y Larry Seilhamer, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP).
Esta semana, Iván Báez, vicepresidente de asuntos de Gobierno y Publicidad de GeneraPR, aseguró que el sistema eléctrico del país no alcanzará estabilidad hasta el año 2024.
“Definitivamente, con esas plantas tan viejas como están vamos a tener las mismas situaciones y queremos reducir los incidentes, por lo menos en lo que es generación”, dijo en una entrevista radiofónica (Radio Isla 1320AM).
Otra de las razones esgrimidas por las privatizadoras para su ineficiente servicio es la alta demanda de electricidad debido a las elevadas temperaturas prevalecientes en Puerto Rico durante junio y lo que transcurre de julio.
Ante tal crisis, LUMA Energy procede a realizar lo que denomina relevos de carga, que no es otra cosa que apagar determinadas áreas para evitar el colapso total del sistema eléctrico.
El vicepresidente de programas de capital del consorcio LUMA Energy, ingeniero Juan Rodríguez, atribuyó al mal tiempo y a problemas de la red eléctrica que tratan de mejorar.
“Es una combinación de lluvia, lluvia haciendo que se caigan árboles en las líneas de transmisión y distribución, es también el estado de la red, una red que no ha sido mantenida por muchos años”, expresó Rodríguez a la emisora radial WKAQ-AM-580.
En esta semana ha habido ocasiones en que sobre 130 mil abonados se han quedado sin el servicio eléctrico, causando malestar colectivo en esta isla del Caribe de 3,2 millones de habitantes, bajo la dominación colonial de Estados Unidos.
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