El arqueólogo Reniel Rodríguez Ramos, del campus de Utuado (centro) de la UPR, recopiló más de mil fechas, obtenidas mediante radiocarbono por arqueólogos de este archipiélago puertorriqueño desde la década de 1970, divulgó el diario El Nuevo Día.
“Este esfuerzo representa una importante aportación al conocimiento de la historia cronológica del país”, estableció al periódico impreso la arqueóloga Yvonne Narganes, del Centro de Investigaciones Arqueológicas de la UPR en Río Piedras, que contribuyó con cientos de fechas al estudio.
El equipo de Rodríguez Ramos halló dos huesos de un perezoso, ya inexistente, en la Cueva del Abono, en Utuado, junto a varias piezas de cerámica, en una excavación en 2019.
Al ser material orgánico, los huesos contenían un tipo de carbono inestable –o radiocarbono–, que permitió al arqueólogo acertar cuando murió el perezoso y determinar la edad de las piezas de cerámica que descubrió en la misma capa de tierra.
El radiocarbono no existe en objetos inanimados, así que fechar los huesos era la manera más precisa de estimar la edad de los restos cerámicos.
El arqueólogo envió los huesos al Center For Applied Isotope Studies, en la Universidad de Georgia, donde fueron sometidos a datación por radiocarbono.
El análisis fechó los huesos al 4200, sugirió que los primeros pobladores habían llegado a Puerto Rico alrededor de esa fecha, probablemente desde Venezuela, Colombia y la península de Yucatán, pero estudios actuales de Rodríguez Ramos también exploran la posibilidad del sur de Florida, Estados Unidos.
“No hay Homo borinquensis”, dijo el arqueólogo, pues “nuestra historia inicia desde que esos primeros grupos descubrieron a Puerto Rico hace miles de años; no tiene 500 años, como siempre se dice desde la llegada de los españoles”.
Hasta ahora, la cronología establecida en esta isla del Caribe se basaba en el trabajo de los arqueólogos Ricardo Alegría e Irving Rouse en la década de 1960, habiendo sugerido tres características: que llegaron al archipiélago en el 1000 antes de nuestra era, que vivieron solamente en las costas, y que fueron reemplazados o desplazados por otros grupos de pobladores en años y siglos sucesivos.
Rose Schnabel, becaria de la American Association for the Advancement of Science, detalla en su crónica periodística que, según Rodríguez Ramos, los huesos del perezoso y la cerámica a su alrededor demostraron que la presencia humana en el archipiélago se remonta, por lo menos, hasta el 4200 antes de esta era.
“No solo refleja que este animal sobrevivió hasta tiempos indígenas –los que posiblemente provocaron su extinción–, sino que estos datos ilustran que esos primeros pobladores que llegaron a Puerto Rico, se habían metido desde bien temprano al interior montañoso”, dijo Rodríguez Ramos.
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