Una impresión que gana hoy más terreno ante la realidad de que el actual presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tiene un pie dentro de la Cumbre UE-Celac y otro fuera, en torno a las elecciones generales del próximo domingo.
Aunque Sánchez promete esforzarse al máximo para sacar adelante acuerdos de libre comercio con Chile, México y Mercosur, el reloj camina en su contra, porque los comicios de España pueden dejarlo fuera de encabezar el bloque comunitario en los próximos seis meses.
Durante su discurso en la cimera de esta capital, Sánchez abogó por la unidad y cohesión de las fuerzas política de una y otra parte, para rescatar una relación que desde 2015 no tenía un encuentro de este rango.
Subrayó que la Cumbre de Bruselas supone una oportunidad histórica para continuar fomentando y perfeccionar los lazos, algo que, destacó, es prioritario para España.
Los Veintisiete (UE) intentan hallar una hoja de ruta con los 33 países que conforman la Celac, algo que si bien ambas partes parecen desear, no se visualiza claramente.
Ayer saltaron las primeras grandes diferencias por la idea de la UE sobre la guerra en Ucrania, en contravía con la de varios dirigentes de los naciones de la Celac, entre ellos Brasil.
Por un lado, la UE busca equilibrar la creciente presencia de China en Latinoamérica con un colosal plan de inversiones de 45 mil millones de euros y avanzar en el varias veces postergado arreglo con el Mercosur, pero Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, puso freno a las expectativas.
Lula da Silva valoró que el conflicto en Ucrania ‘es una confirmación de que el Consejo de Seguridad de la ONU no responde a los actuales desafíos a la paz y a la seguridad’.
“Repudiamos con vehemencia el uso de la fuerza para resolver disputas (…), apoyamos iniciativas promovidas por diferentes países y regiones en favor del cese inmediato de las hostilidades y de una paz negociada”, sentenció.
El propio canciller español, José Manuel Albares, salió al paso del asunto, al considerar que en Latinoamérica no hay un conocimiento profundo de lo que ocurre en Ucrania y la actitud de Rusia.
Por su lado, Sánchez sorteó la cuestión y puso de relieve los nexos históricos, culturales, económicos y sociales que mantiene la UE con América Latina y el Caribe.
“Hoy, más que nunca, es preciso renovar nuestra común confianza en los valores del
multilateralismo”, afirmó.
“Esta vieja Europa, atravesada por cicatrices de antiguos conflictos, conoce bien lo
que implica ignorar las enseñanzas de la historia”, añadió.
Señaló, además, que España asume la Presidencia del Consejo de la UE con el afán de avanzar hacia una Europa más justa, solidaria y resiliente, y una de sus estrategias relevantes es contar con socios como América Latina y el Caribe.
“El actual contexto geopolítico, medioambiental y social exige redoblar esfuerzos y adaptar la cooperación birregional a desafíos que no admiten demoras”, apostilló.
Sin embargo, anoche se ausentó de la cena de bienvenida a las delegaciones e hizo un viaje relámpago a Huesca, Aragón, en el norte de España, para asistir a un mitin electoral.
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