Tal disparidad quedó revelada en una investigación del Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de Sao Paulo (USP), citada por el portal G1.
El estudio acompañó por cuatro años, de 2016 a 2019, a 800 infantes y jóvenes, tanto del género femenino como del masculino, matriculados en 120 escuelas públicas y privadas paulistas.
Todos los encuestados respondieron 30 preguntas al año y tenían la misma edad: nacieron en 2005 y tenían 11 años en 2016.
En total, un 21,51 por ciento de los chiquillos que se declararon negros afirmaron ser revisados por la policía en el primer año de la encuesta, cuando los 800 entrevistados tenían 11 años y respondieron al cuestionario.
Solo un 8,33 por ciento dijeron lo mismo entre los que se dicen blancos y 9,74 de los mestizos.
Los porcentajes sufren algunas alteraciones en los demás años de la pesquisa, pero el patrón permanece, con negros liderando la estadística.
Cuando se les preguntó sobre el enfoque policial, los números muestran el doble de interacción con los negros.
En 2016, con todos los 800 participantes, un 27,47 por ciento de los que se declararon negros fueron parados por la policía, ante un 18,83 de los blancos y 12,84 de los mestizos.
«Los blancos son mucho menos detenidos (por la policía) que los negros. El informe llama la atención sobre un debate fundamental a largo plazo, que es el del enfoque policial desproporcionado por raza», señaló Renan Theodoro, uno de los organizadores del informe, sociólogo e investigador de la USP.
Admitió que la policía tiene enfoques diferentes a depender de cuestiones como raza y color, y eso es entrecruzado con la condición socioeconómica. Es extraño saber que la policía llegaría a parar en la calle a un niño de 10 a 11 años, apuntó.
Para Theodoro, no es que la mayoría de la gente parada por agentes sea negra, sino, que mientras que un niño blanco puede ser detenido, sí o no, la probabilidad de uno negro es el doble.
La investigación compara blancos, negros y mestizos de acuerdo con el porcentaje de estos adolescentes en la ciudad.
Es decir, ellos no fueron divididos igualmente porque en Sao Paulo hay más personas que se declaran blancas que negras.
Incluso con un porcentaje mayor de blancos, los negros aún tienen más posibilidades de ser abordados por policías.
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