Según la defensa de los acusados, Roberto Mantovani solo admite haber dado un empujón al hijo del ministro para defender a su esposa y fueron víctimas de ofensas por parte del muchacho.
En la versión del empresario y su mujer ambos resultaron confundidos con otros brasileños que insultaron al magistrado.
«De esa confusión interpretativa nació un desacuerdo verbal entre ella y dos personas que acompañaban al ministro», informó la familia en una nota.
Añadió que la discusión fue acalorada y Mantovani «necesitó contener los ánimos» de un joven que injurió a su mujer.
«En ningún momento ocurrieron ofensas, mucho menos amenazas al ministro Alexandre, que casualmente pasó por ellos en ese infeliz episodio. Aun así, se disculpan por el malentendido que hubo y manifiestan respeto que tienen por las autoridades públicas, extensivo a sus familiares», señaló la pareja.
De acuerdo con medios periodísticos, Andreia Mantovani se aproximó el pasado viernes a De Moraes en la terminal aérea italiana, cuando este venía de impartir una conferencia en el Foro de Derecho Internacional de la Universidad de Siena.
La mujer, partidaria confesa del expresidente Jair Bolsonaro, hostilizó al ministro debido a su actuación en cuestiones contrarias relacionadas con el político ultraderechista.
Teniendo en cuenta lo publicado, afrontó al juez bajo gritos de «bandido, comunista y vendido».
En ese momento comenzó un altercado que involucró a Roberto Mantovavi, a la mujer y al yerno del matrimonio, Alex Zanatta Bignotto.
Además de los insultos contra De Moraes y sus familiares, una de las personas llegó a agredir físicamente al hijo del ministro.
En otras ocasiones, miembros del STF sufrieron ataques por adeptos extremistas de Bolsonaro.
Zanatta Bignotto, implicado en la confusión, depuso el domingo ante la PF en la ciudad de Piracicaba (Sao Paulo) y negó que haya proferido ofensas al juez y que los agravios partieron de otras personas agrupadas cerca del ministro.
La PF inició una investigación sobre el caso y pidió ayuda a la fuerza del orden público de Italia, incluyendo acceso a las imágenes de las cámaras del aeropuerto.
El código penal establece que los crímenes cometidos por brasileños en el exterior también pueden quedar sujetos a la ley nacional. Los involucrados pueden responder por agresión, amenaza, injuria y difamación.
También la Fiscalía General solicitó información a la PF y comunicó que «tomará las medidas pertinentes con respecto al caso».
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