En un tuit, O’Regan manifestó que la junta ordenó al sindicato cesar y desistir de cualquier actividad de huelga porque no proporcionó un aviso de 72 horas.
El paro, que cerró los puertos de la Columbia Británica, se reanudó después de que el sindicato de trabajadores portuarios rechazara un acuerdo tentativo propuesto por un mediador federal siguiendo las instrucciones de O’Regan.
Los representantes de los trabajadores portuarios alegan que «los empleadores no han abordado los problemas del costo de la vida» que enfrentan en los últimos años.
Por su parte, la Asociación de Empleadores Marítimos argumentó que la acción laboral era ilegal, pues el Código Laboral de Canadá requiere que los sindicatos avisen con 72 horas de anticipación antes de la huelga.
La Cámara de Comercio y la Federación Canadiense de Empresas Independientes pidieron a Ottawa que apruebe una legislación de regreso al trabajo para poner fin a las protestas.
«La huelga de 13 días ha causado un daño significativo a las pequeñas empresas en todo el país y a la reputación internacional de Canadá como un socio comercial confiable», dijeron en un comunicado.
Más de siete mil 400 trabajadores del Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes abandonaron el trabajo desde el 1 de julio hasta el 13 de julio por cuestiones que incluyen la automatización portuaria, la contratación externa y el aumento del costo de vida.
La huelga congeló miles de millones de dólares en carga que entraba y salía de los puertos, incluso en el puerto más activo de Canadá, Vancouver.
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