Los Leñadores cuentan en la actualidad con una nómina en la que abundan bateadores con más herramientas y potencial que el legendario atleta, pero respetan su capacidad de liderazgo y constancia para mentener números muy notables año tras año.
Dánel suma 29 temporadas jugadas, único con tanto tiempo en los terrenos de béisbol de la isla, y ha fijado marcas al bate que lo singularizan como ícono del deporte nacional de los cubanos en las últimas décadas.
Encabeza el ranking histórico de jits (2460) y figura también entre los primeros en carreras anotadas (1373), jonrones (250), dobletes (382) y carreras impulsadas (1359), de acuerdo con los archivos del reconocido estadístico Benigno Daquinta.
Durante la campaña regular, Dánel dejó línea ofensiva de .295/.397/.423/819 y se consolidó como el más oportuno al impulsar nueve veces el empate o la ventaja, con lo cual suma 392 ocasiones remolcando la carrera que igualó el marcador o puso encima a su equipo, líder absoluto desde que se lleva esa estadística en los campeonatos cubanos.
Al ser prguntado por su rutina diaria y trabajo especial para mantener buen estado de forma, el tunero siempre responde que la clave radica en el entrenamiento y la sistematicidad.
«A veces me levanto por la madrugada y hago varias tandas de swing, la repetición resulta esencial en el bateo», comentó recientemente en una entrevista publicada por el periódico cubano Juventud Rebelde.
Dánel es ídolo en su equipo y para la afición que lo aplaude por sus decisivos aportes en momentos estresantes de juego, especialmente en tiempos de playoff.
Con esas credenciales simbólicas y de rendimiento, Dánel conserva su puesto de tercero en el lineup de los Leñadores, y responde a tamaña confianza con una actuación ponderada por técnicos y amantes del béisbol más allá de Las Tunas.
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