Los educadores emitieron un comunicado donde alegaron que la única manera para lograr que los niños y adolescentes fuera de las escuelas retomen sus clases, es cuidando su salud, dotándoles de material de estudio, alimentación y garantizando espacios educativos seguros, libres de violencia.
La UNE también exigió al Ejecutivo garantizar trabajo a las madres y padres de los estudiantes que, en su mayoría, abandonan las instituciones educativas por problemas económicos, alegaron.
De acuerdo con el documento de los docentes, los menores de edad dejan su formación académica para dedicarse a trabajar y ayudar en las tareas del hogar.
Recientemente, advertimos y presentamos varias propuestas con respecto a los más de 195 mil 188 alumnos que dejaron las escuelas. Sin embargo, el gobierno de Lasso concluirá sin resolver esta problemática, denunciaron los educadores ecuatorianos.
El texto detalló además que, hasta diciembre de 2022, según datos oficiales, 300 adolescentes se encontraban privados de libertad.
Un nuevo informe de la Policía reveló que al menos mil 326 menores, entre 12 y 17 años, abandonaron las aulas en Ecuador para unirse a bandas delictivas, alertaron.
Los adolescentes estuvieron relacionados con delitos como tenencia ilegal de armas, sicariato, microtráfico, robo a personas y otros asociados al crimen organizado.
El documento reveló que los delincuentes captan a los estudiantes ofreciéndoles retribuciones económicas atractivas para su edad.
Los cabecillas de estos grupos saben que los niños son inimputables y se aprovechan de esa condición, detalló la Policía ecuatoriana.
La provincia de Guayas es el territorio con mayor número de menores detenidos, con 367 casos, seguida de Pichincha, donde se reportaron 153 detenciones. En declaraciones al portal digital Primicias, la subsecretaria para la Innovación Educativa, Diana Castellanos, advirtió que muchos niños caen en las redes de estas bandas porque creen que la educación no les ofrece un buen futuro.
El abandono escolar se explica con muchas causas y la violencia es una de ellas. Esta puede ser intrafamiliar, pero también social, explicó.
La funcionaria agregó que los niños son víctimas directas de los altos niveles de violencia que enfrenta el país sudamericano.
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