De acuerdo con un estudio del diario La Estrella de Panamá, recientes informes de donaciones de campañas políticas han arrojado luz sobre la existencia de círculos cerrados que se benefician de grandes licitaciones mediante el supuesto tráfico de influencias.
Estos nexos parecen estar estrechamente relacionados con las dádivas otorgadas a políticos y facciones partidarias, lo que pone en tela de juicio la equidad y transparencia en la asignación de contratos.
En declaraciones al rotativo, el exdirector de la Caja de Seguro Social Juan Jované, señaló que tener allegados o aliados políticos podría influenciar en el desabastecimiento de medicamentos.
En ese sentido, dijo, lo que más preocupa es el hecho de que empresas que representan a laboratorios farmacéuticos estén vinculadas con figuras políticas, desafiando claramente las regulaciones internacionales.
Al respecto, indicó el caso de la empresa Promed, cuyos directivos están ligados a equipos médicos y tienen una trayectoria en el gobernante Partido Revolucionario Democrático, cuyo candidato presidencial para comicios generales de 2024 es el vicepresidente de la República, José Gabriel carrizo.
También apuntan estadísticas del Tribunal Electoral que revelan que la compañía ImPadoel, cuyo presidente, Aníbal Galindo, ha sido donante tanto de Rómulo Roux (Cambio Democrático) como de Ricardo Martinelli (Realizando Metas), ambos abanderados de esas toldas para la consulta del próximo año.
Esta clara vinculación entre las empresas farmacéuticas y candidatos políticos representa una flagrante violación de los lineamientos establecidos para asegurar buenas prácticas y la ausencia de conflictos de interés en el mundo de los medicamentos, agrega el matutino.
Según La Estrella…esta intrusión de la politiquería en el sector farmacéutico plantea serias dudas sobre la ética y la integridad de las operaciones comerciales en Panamá.
Al respecto agrega que, en consecuencia, la confianza pública en el sistema político se ha visto severamente afectada, lo que genera un sentimiento de desencanto y desesperanza entre la población.
Otros analistas estiman que la percepción de que los intereses políticos y económicos prevalecen sobre la salud y el bienestar de los ciudadanos ha erosionado la relación entre la ciudadanía y sus representantes, generando un ambiente de desconfianza y desafección.
Al respecto demandan que se tomen acciones contundentes, como los procesos de contratación pública, para abordar las incongruencias y los vínculos políticos en el mundo de los medicamentos en Panamá.
También alertan que las empresas farmacéuticas deben adherirse estrictamente a las regulaciones internacionales, evitando cualquier tipo de conexión con la política que pueda socavar la integridad de su negocio.
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