«Quiero hacer la cirugía porque no quiero tener dolor (…) Nadie puede trabajar con dolor todo el día», afirmó durante el programa Charla con el Presidente, transmisión semanal que realiza en redes sociales.
Según el gobernante, durante la recuperación, el vicepresidente Geraldo Alckmin ejercerá la presidencia «con mucha tranquilidad».
Lula sufre de artrosis de cadera desde hace varios años. El pasado domingo, su asesoría de prensa informó que se trata de una «operación programada, nada urgente», y que los preparativos para el procedimiento están siendo organizados.
Durante la transmisión, el exsindicalista dio más detalles sobre los dolores. «Estoy como jugador de futbol que no quiere decir al entrenador sobre dolor, para no ir al banco. Él quiere seguir jugando, y luego finge que no le duele», refirió.
Manifestó sentir que está «de mal humor con mis compañeros. Llego por la mañana a trabajar, cuando pongo el pie en el suelo, ya duele, y debo decir buenos días sonriendo. A veces no puedo hablar. A veces se ve en mi cara que estoy enojado, nervioso», apuntó.
El mandatario también comentó sobre el procedimiento de infiltración que se hizo el sábado en el hospital Sirio-Libanés, en Sao Paulo, donde el objetivo era reducir los dolores en la cadera durante 12 horas.
Consideró que el procedimiento funcionó y no sintió más dolor. Sin embargo, al día siguiente, volvió la molestia y, por eso, decidió hacerse la cirugía.
«Lamento mucho no poder caminar en la cinta (caminadora de los gimnasios), me encantaba hacer cinta, lo siento, no puedo hacerlo. Sigo haciendo brazos, piernas, pectorales, pero quería correr», señaló.
Reveló además que hace dieta y más ejercicios para permanecer en condiciones ideales para la operación.
De acuerdo con el presidente, la cirugía debe durar dos horas y media, y el tiempo de recuperación dependerá de la disciplina.
Para Lula, la mejor fecha para la intervención quirúrgica sería octubre.
En agosto, el jefe de Estado brasileño será anfitrión de un encuentro de países amazónicos antes de viajar para una cumbre de los Brics en Sudáfrica (bloque que, además de estos dos países, lo integran China, India y Rusia).
De acuerdo con su agenda, en septiembre debe asistir al G20 en India y a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. «Tengo muchas cosas importantes que hacer y no quiero parar», remarcó.
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