El pleno congresal eligió por amplia mayoría como presidente del legislativo al parlamentario Alejandro Soto, ligado al bloque congresal de derecha extrema, e integrado por dos miembros del bloque, Roselly Amuruz y Hernando Guerra, y uno de izquierda, Waldemar Cerrón.
Esa fórmula se impuso al candidato centrista Luis Aragón, a la cabeza de una fórmula centroizquierdista integrada por parlamentarios progresistas.
Varios congresistas insatisfechos con ambas opciones, mostraron sus votos anulados con frases como “Renuncia Dina”, en apoyo a la demanda de amplios sectores expresada en varias movilizaciones de protesta en Lima y el interior, iniciadas el 19 de julio.
Esas manifestaciones exigen además nuevas elecciones generales, sanción para autores y responsables de 49 muertes de civiles durante protestas de meses anteriores y retiro de tropas norteamericanas llegadas el mes pasado a Perú.
Los legisladores descontentos se identificaron con la consigna de renuncia presidencial, con los grupos de manifestantes que protestaban frente al Palacio Legislativo ante una barrera policial y que se proponen intensificar acciones en los próximos días.
El nuevo presidente del Congreso llamó al pleno a “tratar de revertir el bajo nivel de aceptación” que tienen entre la población, mientras el primer ministro, Alberto Otárola, felicitó a los ganadores y los elogió afirmando que “anteponen la unidad y al país sobre cualquier diferencia”.
Por su parte, el legislador de izquierda Guillermo Bermejo, declaró que lo menos que puede hacer para sintonizar con el pueblo es poner en marcha una comisión parlamentaria investigadora de las muertes.
La comisión fue creada hace varios meses pero congelada porque los partidos de la mayoría derechista no nombran a sus representantes en el grupo.
La parlamentaria centrista Susel Paredes anunció que las bancadas progresistas presentarán un proyecto de ley de adelanto de elecciones, algo que ha fracasado al menos tres meses en el Congreso. jha/mrs