“América del Norte, Europa y China tuvieron olas de calor con mayor frecuencia en los últimos años como resultado del calentamiento global causado por las actividades humanas”, subraya el texto.
Los eventos de temperaturas extremas ocurridos en estas zonas durante el mes de julio habrían sido extremadamente raros, si no fuera por el cambio climático inducido por el ser humano, asegura el informe.
Las olas de calor fueron 2,5 grados Celsius más cálidas en el sur de Europa, dos grados más cálidas en América del Norte y aproximadamente un grado en China en el clima actual de lo que habrían sido sin el cambio climático agudizado por las malas prácticas del hombre.
“A menos que el mundo deje de quemar combustibles fósiles rápidamente, estos eventos se volverán aún más comunes y el planeta experimentará olas de calor aun más calurosas y duraderas», enfatiza el texto.
Este fenómeno ocurriría cada dos o cinco años en un mundo que esté dos grados más cálido que el clima preindustrial, alertó la WWA.
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