Esto último se evidenció en el Primer Periodo Ordinario de Sesiones de la X Legislatura del Parlamento, efectuado recientemente, en el que el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca refirió la importancia para la ganadería de la siembra de caña y otros pastos y plantas forrajeras proteicas.
Según expertos, el problema más importante y perentorio, el que enfrentan los países en desarrollo, es la producción de alimentos necesarios para satisfacer la demanda de su creciente población.
Esta dificultad- añaden- puede encararse por tres vías fundamentales, o sea, aumentando la superficie cultivada, incrementando el rendimiento agrícola e introduciendo nuevas fuentes de alimentos.
Tales desarrollos potenciales tendrán lugar en condiciones económica difíciles, por lo cual las soluciones propuestas deberán adecuarse a las características específicas de cada país y no resulta fácil generalizar.
Es un hecho que Cuba no produce cereales o semillas oleaginosas en las cantidades necesarias para sustentar su desarrollo pecuario.
Sin embargo dispone de una larga tradición en el cultivo de caña de azúcar y de una agroindustria distribuida a lo largo y ancho del país, lo que determina la necesidad de aprovechar eficientemente esta planta y sus subproductos.
De lo anterior se infiere que el uso eficiente de ese cultivo y de sus subprodctos y desechos puede constituir un aporte significativo a la creación de nuevas fuentes de alimentos.
Si bien son numerosos los trabajos publicados, tanto en Cuba como en el extranjero, en los que se compara la caña con otros cultivos, todos los autores coinciden en que se trata de un vegetal que presenta una alta producción de materia seca por unidad de área y tiempo.
En términos energéticos el balance del cultivo de la caña es sumamente favorable por su valor calórico y contenido de materia seca, por lo que este vegetal puede emplearse en la nutrición de cerdos y rumiantes.
Afortunadamente, gracias a la labor del personal del Instituto de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca) y de otros centros, el país dispone de diversos tipos de alimento animal que utilizan la caña y sus subproductos como ingredientes.
Además de buscar nuevos desarrollos, es fundamental recuperar la producción en esta agroindustria, que posee no solo un importante valor económico, sino también histórico, social y cultural.
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