La agencia sanitaria de las Naciones Unidas indicó que también pueden desencadenarse problemas de salud mental, por lo que los gobiernos pueden ayudar a prevenir estos problemas con el establecimiento de sistemas de alerta temprana y respuesta.
“El calor extremo sigue amenazando la salud en todo el hemisferio norte”, aseguró el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus al recordar que más de 61 mil personas murieron por causas relacionadas con el calor en 35 países europeos durante el verano del año pasado, el más caluroso jamás registrado.
También destacó que las altas temperaturas y otras condiciones también han provocado incendios forestales en Argelia, Grecia, Italia y Túnez, con más de 40 muertos y miles de evacuados.
Un nuevo informe publicado el mes pasado por la Organización Meteorológica Mundial precisó que Europa es la región del mundo que más rápidamente se calienta.
El titular de la OMS expresó preocupación por el impacto del clima extremo en la salud de las personas desplazadas o que viven en entornos vulnerables o afectados por conflictos, donde el acceso al agua potable y al saneamiento es limitado o inexistente, no hay refrigeración y escasean los suministros médicos.
En el noroeste de Siria, por ejemplo, este mes se registraron 40 incendios en sólo tres días, que dañaron viviendas y tiendas de campaña y pusieron en peligro la vida de las familias por enfermedades relacionadas con el calor y brotes de enfermedades, comentó.
Tedros añadió que estas olas de calor e incendios forestales son otro recordatorio de la urgente necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger al planeta del que depende toda la vida.
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