Miembros de la Guardia Presidencial protagonizaron la víspera un golpe de Estado y anunciaron, a través de la televisión estatal, la detención del mandatario y el cierre de las fronteras del país, así como la creación de una junta militar bajo el nombre de Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria.
En un comunicado leído por el portavoz de este nuevo organismo, Amadou Abdramane, se dijo que las fuerzas de defensa y seguridad decidieron acabar con el régimen actual, ante lo que calificaron como continuo deterioro de la situación de seguridad en el país.
Mientras, el mandatario depuesto Mohamed Bazoum continúa retenido en el Palacio Presidencial junto a varios ministros, a pesar de numerosos esfuerzos de mediación por parte de la comunidad internacional como Naciones Unidas (ONU) y la Unión Africana (UA).
Por su parte, el ministro de Exteriores de Níger, Hassoumi Massoudou, afirmó a través de un mensaje en su cuenta en Twitter que actuará como jefe de Gobierno interino y rechazó el golpe de Estado.
Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente el cambio inconstitucional en el gobierno de Níger y manifestó su preocupación por la detención del presidente Bazoum.
Este es el segundo intento de golpe que sufre el actual Gobierno del país africano, después que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa contra Bazoum dos días antes de su toma de posesión.
Níger es uno de los países más pobres del mundo que sufre los efectos del cambio climático y una crisis alimentaria que afecta a millones de personas. Después de Malí y Burkina Faso es la tercera nación del Sahel afectada por los ataques de grupos islámicos radicales.
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