La falta de datos desglosados impide la capacidad de analizar la situación de grupos específicos y, por lo tanto, adoptar políticas y asignar recursos específicos desde una perspectiva de equidad, señaló en las conclusiones de su visita por 10 días a esta nación centroamericana.
Tales afirmaciones fueron incluidas en su informe, luego de ser testigo de relatos personales sobre el racismo y la xenofobia hacia las poblaciones migrantes, los pueblos indígenas y las personas de afrodescendientes que viven en este país.
A su juicio, la cosmovisión de estos grupos poblacionales y su conexión con sus territorios y tierras, salud física y mental, espiritualidad y la autonomía es una cuestión de derechos humanos.
Lamentó a la par, que el aborto estuviera penalizado en Costa Rica. Estas restricciones legales no están en línea con las normas internacionales de derechos humanos y los protocolos clínicos y deben ser enmendadas para despenalizar la interrupción del embarazo, subrayó la funcionaria.
En un comunicado circulado a la prensa, la experta afirmó que Costa Rica podría lograr una atención sanitaria verdaderamente universal. Tanto los ciudadanos como los funcionarios públicos tienen un sentido de orgullo y nostalgia por un servicio de salud pública que funciona.
Ahora es un momento oportuno para garantizar que la cobertura universal de salud sea verdaderamente universal, instó Mofokeng.
Durante su visita, la especialista se reunió con funcionarios del Gobierno y representantes de la Defensoría de los Habitantes, organizaciones internacionales, sociedad civil, profesionales de la salud y comunidades indígenas, en las provincias de San José y Limón.
La Relatora Especial presentará su informe final, incluidas las recomendaciones claves, al Consejo de Derechos Humanos en junio de 2024.
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