Da Cunha declaró este martes en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de las acciones antidemocráticas y especificó que envió esa alerta al general Marco Edson Gonçalves Días, entonces ministro del GSI, una hora antes de los episodios violentos.
Según el oficial de Inteligencia, las informaciones sobre la intención de los vándalos de depredar las sedes de los Tres Poderes en Brasilia llegaron a él alrededor de las 13:00, hora local, y fueron transmitidas media hora después a Gonçalves Días.
La invasión del edificio del Congreso Nacional comenzó alrededor de 14:45, hora local, cuando partidarios radicales del expresidente Jair Bolsonaro rompieron una barrera hecha por rejas y policías militares, y subieron la rampa de la sede del Legislativo.
«Justo antes de que la marcha (de seguidores del exmandatario hacia la Plaza de los Tres Poderes) comenzara el desplazamiento, ya teníamos información de que había, entre los manifestantes, efectivamente, una llamada», refirió Da Cunha.
Precisó que, cuando la marcha salió, «recibo la llamada de un colega responsable de la seguridad -no voy a decir su nombre aquí» y «comparto con él, en ese primer momento, nuestras preocupaciones».
Recomendó que hablara con Gonçalves Días y lo llamo, agregó el exdirector adjunto.
Señaló que, ante el movimiento de autobuses, el ministro del GSI admitió que aflorarían problemas y él, como uno de los jefes de la ABIN, manifestó su convicción de que podríamos tener actos extremistas y «no sería solo una marcha pacífica».
Comuniqué sobre «manifestantes que se cubrían la cara con máscaras, con vinagre, es decir, preparándose para una acción violenta», indicó Da Cunha.
También en el testimonio aseguró que la ABIN envió a los órganos del sistema de inteligencia, entre ellos el Ministerio de Justicia, el informe que alertaba sobre el riesgo de invasión el 8 de enero.
En ese momento, el diputado Nikolas Ferreira exhibió un video del ministro de esa cartera, Flávio Dino, en el que certificaba, en sesión en la Cámara de los Diputados, no haber recibido alerta.
Para Ferreira, entonces alguien está mintiendo. Da Cunha reiteró que remitió el informe, pero que no podría testificar que Dino había, de hecho, recibido el documento.
La iniciativa de escuchar al oficial de inteligencia partió del senador Esperidião Amin, para quien la ABIN se omitió durante el evento golpista.
Días antes del 8 de enero, el GSI envió un informe secreto, elaborado por la agencia, al Congreso Nacional.
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