Como resultado de ese comportamiento, continuará creciendo el estrés por calor en el Caribe, al incrementarse las temperaturas, la humedad y la frecuencia de las olas de calor.
La organización alertó en su último boletín que desde el primero de julio comenzó una sequía a corto plazo en Aruba, Bonnaire y Curazao; así como en Belice y las zonas orientales de la República Dominicana.
CariCOF pronosticó, asimismo, que entre noviembre de 2023 y enero de 2024 las temperaturas seguirán siendo más altas de lo normal en la región caribeña.
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