Zanin fue aprobado por el Senado el 21 de junio y oficialmente nombrado ministro por el mandatario el 5 de julio.
El jurista, quien ocupará la silla de Lewandowski, retirado en abril, actuó en la defensa de Lula en procesos de la desarticulada operación judicial Lava Jato, cuando ganó notoriedad nacional e internacional.
Su actuación resultó en la anulación de las condenas contra el exsindicalista por el STF.
Durante el análisis en la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, Zanin afirmó que actuaría con imparcialidad y que no sería subordinado al exdirigente obrero, a pesar de la relación cercana con el jefe de Estado.
«Tuve el honor de conversar con muchos líderes, y bancadas y senadores individualmente. Pude escuchar, aprender y estar seguro de que las posiciones democráticas están por encima de cualquier otro interés», precisó en la sesión senatorial el letrado de 47 años.
Teniendo en cuenta las actuales reglas para jubilación en el Supremo, podrá actuar como ministro por 28 años hasta alcanzar los 75.
Entre preguntas de los parlamentarios, Zanin precisó que defenderá la Constitución, que el «STF no tiene el papel de legislar» y el juez no debe actuar como protagonista.
Interrogado sobre su estrecha relación con Lula, respondió que no estará subordinado «a quienquiera que sea», así como que conoce la distinción entre el trabajo de un abogado y un ministro del Tribunal Supremo.
«En mi visión y en la del presidente Lula, un juez del Supremo solo puede estar subordinado a la Constitución de la República», reiteró ante la comisión del Senado que valoró su aspiración.
Recientemente, Lula manifestó que «todos esperaban que nombrara a Zanin, no solo por el papel que tuvo en mi defensa, sino simplemente porque creo que Zanin se transformará en un gran juez del Tribunal Supremo de este país».
Alegó que conoce su formación, cualidades como abogado y jefe de familia.
Graduado en derecho por la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo en 1999, Zanin es especialista en litigios estratégicos y decisivos, empresariales o criminales, nacionales y transnacionales.
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