Contra los 15 días anteriores, hay ahora 242 de esas demarcaciones en amarillo y 92 en anaranjado, lo que refleja en general una leve tendencia a la baja del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
En las quincenas de abril y mayo los infectados en la nación se mantuvieron entre mil 500 a mil 900, mientras en la que terminó el 8 de junio ya contaban dos mil 590.
Para el cierre del 23 de junio, los casos marcaron cuatro mil 433 y durante las dos semanas hasta el 7 del pasado julio ascendieron a cinco mil 157.
A mediados de ese mes llegaron a seis mil 116, lo que parece ahora el pico y exige a los especialistas observar si se mantiene en el tiempo la reducción de la Covid-19.
Desde el 13 de marzo de 2020, cuando las autoridades anunciaron aquí el primer paciente positivo en medio de la emergencia mundial, la cifra de contagios refleja un millón 272 mil 585 casos y 20 mil 239 guatemaltecos fallecidos.
La cartera sanitaria reiteró el pedido a la población a continuar con las medidas de prevención como el lavado de manos con agua y jabón, distanciamiento físico y el uso de la mascarilla, altamente importante para evitar aumento de contagios.
El titular del sector, Francisco Coma, advirtió hace meses atrás sobre la posibilidad de un ascenso de los casos, pero descartó que sea algo preocupante, pues son leves, acotó.
Los expertos han remarcado que la subvariante XBB1.1.5 de Ómicron, predominante en este territorio centroamericano y buena parte del orbe, merece aún atención.
Guatemala apenas supera el 42 por ciento de la población vacunada contra la Covid-19, poco más de siete millones de habitante con dos dosis, del total de 17,2 millones.
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